El actor nacido en Mendoza, sobrino de Marco Antonio Caponi y parte del film “1985” que fue nominado al Oscar, brilla con su actuación en la serie que hasta el viernes 31 de mayo, se podrá ver diariamente en la pantalla de Canal 9 Televida. Entrevista con un joven talento protagónico.
Por: Marina Correa
Se estrenó en la pantalla de Canal 9 Televida, “El Lado B” la serie que pone a la salud mental en la adolescencia como eje central, en una historia atrapante, y que hasta el viernes 31 de mayo, diariamente los televidentes podrán ver sus capítulos, al término de “Gran Hermano”. Uno de los protagonistas de esta producción filmada en su totalidad en la provincia, es el joven actor mendocino Manuel Caponi, quien interpreta al personaje de Alex, un estudiante que a lo largo de la serie, mostrará como influyen en él la depresión, soledad y el bullying en el ámbito escolar. Manuel es sobrino del consagrado actor mendocino Marco Antonio Caponi y su nombre viene de sonar en la crítica nacional e internacional, por formar parte del elenco del film que fue candidato a los Oscar, “1985”, protagonizado por Ricardo Darín y Peter Lanzani. Ahora llegó el momento de ser profeta en su tierra, con esta producción fílmica donde se luce actoralmente, como todo el equipo artístico y técnico que otorga un producto de gran factura actoral y técnica, como es “El Lado B”. La misma fue escrita por la entrerriana radicada en Mendoza, Carla Zimmermann y tiene la producción de Nicolás Fernández Otón, Lucas Taboada, y Daniel Jatib. En el armado del guion se sumó el mendocino Camilo Salinas, y la dirección es de Leandro Suliá Leiton. Entre el gran elenco se cuenta con los protagónicos de Nicolás Pauls, Felipe Ramusio Mora, Carolina Sobisch y la propia autora Carla Zimmermann y Manuel Caponi a quien ElNueve.com entrevistó.
¿Como te llega la propuesta de ser parte de la serie?
La propuesta me llega a través de Daniel Jatib, uno de los productores de la serie, a quien yo conozco toda la vida. Él le compartió mi perfil actoral al director y me escribieron para hacer el casting. Ahí pasa algo muy loco y gracioso, yo estaba a punto de estrenar una obra en Buenos Aires, con un actor, Felipe Ramusio Mora (actor de “La Sociedad de la Nieve”), justo hacíamos las fotos para esa producción y le cuento. Le dije: che, mañana tengo que sacarme el bigote porque tengo que hacer un casting para una serie donde interpretaría a un adolescente. Ahí me dice, ¿para la serie de Mendoza?, bueno resultó que íbamos a castinear ambos para “El Lado B” y que interesó nuestra dupla actoral.
¿Cómo definís a tu personaje y que recursos buscaste para componerlo?
Mi personaje es un adolescente, de una clase social alta. El personaje estaba escrito como un chico que estaba muy deprimido, que estaba muy triste, que no tenía muchos lugares de felicidad y que sufría bastante. Con el director, me puse a leer sobre él y tratamos de no componerlo desde la angustia. Normalmente las personas que están más deprimidas son las que no te das cuenta que están en ese estado y las que la terminan pasando lo peor. Se me permitió en la composición del personaje, mostrar que cuando está solo es de una manera y cuando está socialmente se comporta de otra. En su intimidad es una persona más triste, solitaria, introvertida, y cuando se encuentra en grupo, se muestra feliz, alegre, no le ves la angustia. A mí me resultaba más interesante construirlo desde ahí, es muy importante lo que pasa cuando se enamora, el público verá en su emocionalidad sus facetas, y eso será determinante.
El elenco tiene grandes talentos, ¿con quien te tocó más interactuar?
Con quien más escenas tuve fue con Felipe Ramusio Mora, y como justo estábamos trabajando juntos, ya hay una confianza con Feli. Al director le gustó mucho nuestra química y estaba muy de acuerdo en cómo pensábamos las escenas, entonces también nos dejaba mucho espacio para que nosotros busquemos los personajes. Para mí eso lo hacen los directores que son muy buenos, que arman un equipo en conjunto en el cual se charla y se debate por dónde se va a buscar la escena y por dónde se va a buscar los personajes. También la serie tuvo una producción increíble, está al nivel de cualquier plataforma internacional, es maravilloso eso, todo el equipo de cámara, técnico, producción, manejaban un nivel de profesionalismo y de compromiso con el proyecto que a mí me dejó muy contento y agradecido. Porque también el resultado de nuestra actuación y de que nosotros nos podamos entregar como nos entregamos, fue gracias a ese equipo que siempre dio lo mejor en cada escena. Todo estaba ajustado como un relojito, eran muy buenos y también mis compañeros tanto actrices como actores, mucha entrega y talento.
¿Qué sentiste cuando leíste el libro por primera vez?
Primero leí los dos primeros capítulos y definitivamente me atraparon, y ya cuando terminé todos me generó un impacto muy grande, me pareció hermoso lo que iba a tener que actuar. Muy complejo también, porque interpretar una persona en un estado emocional tan comprometido, me significaba una entrega actoral que iba a implicar mucho de mi emocionalidad, de mi oscuridad, mi tristeza, y mi angustia. Me pasó incluso que cuando terminé de grabar la serie, ya en Buenos Aires donde vivo, estuve unas tres semanas muy angustiado y no entendía bien por qué, y en terapia le compartí a mi psicólogo un poco lo que me pasaba. Le dije incluso que no me sentía querido por mis seres alrededor, y me dijo: vos estás pensando como pensaba tu personaje. Ahí me di cuenta que todavía seguía un poco enganchado con Alex, a quien interpreté. Esto de que te quede el personaje, es algo muy común en los actores, por eso considero muy importante la terapia y la misma serie, es un mensaje de cuidar la salud mental.
¿Como ves a Mendoza como industria audiovisual?
Estoy absolutamente sorprendido con el crecimiento de Mendoza. Sin dudas, se está volviendo una meca de la producción y se están haciendo grandes películas. Lo demostraron hace muy poco con “Simón de la Montaña” (película filmada íntegramente en Mendoza, que recibió un premio en Cannes), todo el tiempo la industria audiovisual está grabando algo en Mendoza. También me parece muy bueno lo que está haciendo el estado provincial para promover la industria y los equipos están preparados para esta demanda que se genera. Vi un nivel de técnicos y de producción que lo puedo comparar con cualquier producción nacional e internacional. Ojalá que me salgan más propuestas en mi provincia, porque es hermoso ir a grabar, levantarse todos los días y mirar la montaña.
¿Dónde vivís actualmente y en qué proyectos laborales estás?
En Buenos Aires, pero sigo en contacto siempre con mi provincia y ahora también he comenzado diálogos con producciones cinematográficas chilenas. Mi idea es mantener un diálogo actoral con distintos puntos de habla hispana, no me voy a quedar quieto en un solo lugar. Confío mucho en lo que hago, y en cómo me preparo. Acabo de grabar una película en Chile, con un personaje bastante protagónico en el film, interpreto al representante de una banda punk en los años 80. Se va a estrenar en diciembre de este año, es una coproducción argentina-chilena. También filmé recientemente “Esto se acabó”, sobre la vida del doctor que acompañó a Perón en sus últimos días, es un documental ficcionado. Ahí interpreto al protagonista, también una historia muy atrapante, y que se estrenará en 2025 en alguna de las plataformas. Y sumando proyectos, estoy armando un unipersonal, y continúo con la obra de teatro que hago con Felipe Rasmusio Mora, se llama 1123, y amaría que en una gira podamos presentarla en Mendoza. Y como exclusiva te cuento, escribí una película que quiero dirigir entre julio y agosto, nos queda reunir fondos, pero ya está el equipo técnico, y todo muy encaminado para salir a filmar lo antes posible.
¿Qué dijo tu tío Marco Antonio Caponi, cuando se enteró estarías en “El Lado B”? ¿Le pedís consejos actorales?
Marco cuando yo llegaba a grabar la serie, acababa de grabar una película en Mendoza, me comentó un poco de sus vivencias, de volver a Mendoza a trabajar como actor, cosa que él no había experimentado mucho más que con la obra de teatro. Y me comentó exactamente lo mismo que vi, el talento de los equipos técnicos, y que estaba muy entusiasmado con lo que estaba pasando en Mendoza a nivel producción. El siempre está presente, hoy en día le pido menos consejos porque también empiezo a formar mi propia identidad actoral, pero cuando lo necesito está, y siempre me ayuda, es un tío importantísimo, una persona muy importante para mi vida, agradezco mucho tenerlo cerca, porque soy lo que soy en gran parte gracias a él.
¿Como fue trabajar al lado de Ricardo Darin y Peter Lanzani, en el gran film “1985”, siguen en contacto?
Trabajar con dos gigantes de la industria y dos grandes actores siempre es hermoso, es lugar de aprendizaje profundo. No solo con Darín y con Lanzani, sino también con todo el equipo, laburar para Santiago Mitre (director de “1985”), es uno de los directores más importantes de la Argentina, y además estar la película nominada a un Oscar, que haya ganado un Globo de Oro. Todo eso lleva a un nivel de confianza personal y de aval propio que, en algún punto, me hace estar más consolidado como actor. Decir ok, bueno, si estuve al lado de estos gigantes es porque de alguna manera lo puedo hacer, si estuve actuando con ellos es porque he construido el actor que quería construir. Con humildad me llena de orgullo y de calma a la hora de probar cosas nuevas, en producciones nuevas. A veces con Peter Lanzani nos escribimos mensajes, pero esta es una industria en la cual todo el tiempo compartís elenco nuevo, compañías nuevas. El cariño queda.
¿Por qué recomendarías al público ver EL LADO B?
Porque habla sobre la salud mental, un tema poco tocado. Habla sobre las inseguridades, los miedos, el amor, la entrega, las adolescencias. Toca un tema con una producción mendocina increíble. Hay que verla porque tiene un muy buen equipo, un buen texto, una fotografía preciosa y los va a conmover. Además, quiero agregar que se defienda a la producción mendocina, a los mendocinos, que tenemos mucho para aportar y que tanto han aportado. Desde Leonardo Fabio hasta Quino y los que siguen, que son grandes directores, grandes actores y actrices. Que confíen que en Mendoza está la posta, porque hay mucho pensamiento de que en Buenos Aires es distinto. No, Mendoza es una ciudad enorme con una calidad humana y de producción y de ideas, que apuesten a la ficción con un profesionalismo de alto nivel y que sigan creciendo como industria cinematográfica. Y sí, y que siempre me llamen (risas).